A partir de la
lectura, entendemos que el hipertexto, nos puede ayudar a establecer conexiones
entre diferentes espacios, por medio de canales virtuales con toda libertad, y
lo más importante y especial de esta herramienta, como la denomina el autor, es
que no es necesario al momento de buscar la información, relacionarlo
directamente con el tema, ni de hecho que tenga una relación en absoluto,
debido a que no hay una linealidad
y por ello el lector puede interesarse o no en lo que ofrece la
hipertextualidad del archivo.
Al realizar un
hiperdocumento, el autor es dueño de los vínculos que esta anclando en el
hipertexto, pensando en lo que los intereses alrededor del tema podrían tener
relación o no, pero con el ánimo de atraer diferentes tipos de públicos, y con
ello podemos encontrar el fenómeno de dos personas con gustos totalmente
diferentes encontrados con el mismo tema debido a hipervínculos de temas diferentes
que los han ligado a partir de una red infinita, la cual al
desentramarse, tiene más de mil lugares por donde empezar a hilar.
De ahí el autor
muestra cómo es que los autores de mezclan los temas, y que incluso en algunos
de los casos, la intertextualidad
es entendida en mayor medida por los lectores que por los mismo autores ya que
la compaginación y punto de vista se la da quien está leyendo, lo cual se me
hace muy parecido a un dicho que decía, “la belleza esta en el ojo de quien
la percibe”, así tal cual, funciona la interacción de los hipervínculos que
haya en un hipertexto.
Por otro lado,
entendemos que el autor nos da un explicación con respecto al texto tipo modernidad,
en donde como siempre la idea principal era una sola y por ende el centro de la
lectura con respecto a esa idea, y de ahí estaba constituido el escrito, pero
si nos acoplamos a una postmodernidad como la actual, en la que estos
hipertextos han traído a nosotros la posibilidad de extensión de ideas, dejando
por supuesto a esos antiguos centros atrás, ya que la descentralización es “el
nuevo centro” así que sin dar más rodeos, no hay un centro específico, el
lector escoge su centro para desentramar
la red y empezar a extenderse por las ramas, de tal manera que sus intereses al
leer, primen sobre los del autor de alguna forma indirecta.
Continuando por
los caminos de los hipertextos, nos encontramos con que el autor nos nombra la
conservadora pero cierta posición de la información que se presenta en los hipervínculos
la cual es por lo general de algún libro completo el cual el autor ha utilizado
para referenciar y así al mandar un hipervínculo, estará aferrado a una información
incompleta y fragmentada.
Por ello, es evidente que hay dos puntos de vista generales con respecto a este
tema, y que por supuesto tienen la misma validez, cuando menos ante mi percepción,
pues así como hay gente que prefiere y es completamente dada a los hipertextos,
hay quienes todavía tienen aquella mentalidad conservadora que
seguramente aplica el dicho “todo pasado fue mejor” y que por supuesto están de
lado del texto tradicional, centrado, lineal, organizado etc. ya que aseguran
que sin esa centralidad
y linealidad, el texto pierde su forma, es decir, su camino, su trama, se esencia,
y ocasiona un caos al leerlo, a lo que por supuesto quienes están a favor dicen
que no hay como un hipertexto, lleno de ideas complementarias e infinidad de
caminos, el límite es el cielo, o tal vez debo decir el ciberespacio?
en fin, entre gustos no hay disgustos, quienes quieran tener su libro debajo
del brazo y fumar un cigarro al leerlo, que sean libres de hacerlo, al igual
que quienes quieran navegar por la red insaciablemente enredando y desenredando
sus mentes al compas de la velocidad de la luz, pues quieran o no, toda la
información tiene un principio y va hacia una dirección, la decisión es ver en qué
sentido la absorbemos.
En conclusión, el
hipertexto nos brinda como herramienta emergente, el poder tener en
nuestra manos, toda la información deseada, y a demás la perfecta
complementación de temas, pues como mi profesor de lenguajes me lo decía, no
hay nada más importante que la intertextualidad, pues con ella llegamos a
entender los libros y los textos de una manera mucho más amplia, entretenida y
segura, seguramente él a pesar de ser muy de la época de los libros y las
huelgas, prefería un hipertexto bien conectado, a un acartonado y plano libro
común, a pesar de que para él, era un reto encontrar las intertextualidades
perfectas para cada autor, mi consejo para él y para mí mismo, es no dejar de
estar al pendiente de las tecnologías emergentes, e ir elevándonos junto con la
tecnología a niveles que no conocemos pero que definitivamente nos ayudan a
mejorar, uno de estos casos son los hipertextos y ahora que tengo conocimiento
de estas, recomiendo también las hipernovelas.